Tres oncólogos de prestigio,
la Dra. Laura
Esserman, el Dr. Ian M. Thompson y el Dr. Brian Reid, acaban de denunciar
abiertamente en un artículo publicado en JAMA (The Journal of the American Medical Association) que el cáncer está
siendo sobrediagnosticado y sobretratado falseando la realidad de esta
enfermedad y, lo que es peor, haciendo que se apliquen de forma innecesaria
tratamientos muy tóxicos a pacientes que en realidad no lo necesitan!
Los médicos, los pacientes y el público en general
deben saber que el sobrediagnóstico es algo común que ocurre con mucha
frecuencia en la detección del cáncer.
Los cánceres con mayor
sobrediagnóstico son los cánceres de próstata y tiroides. Son los que más se
tratan sin necesidad porque en realidad no suelen poner en peligro la vida de
los enfermos y raramente se justifica someterlos a tratamientos agresivos.
Según la Dra. Laura Esserman,
especialista en cáncer de mama, “no habría que hablar de “cáncer” cuando se
trate de tumores de crecimiento muy lento; en todos aquellos casos en los que
sabemos que le riesgo no es mayor de un 2% o 3%”. Esto evitaría que muchos
pacientes voluntariamente guiados más por el miedo a la palabra cáncer que por
necesidad terapéutica se intoxicaran gravemente con los tratamientos agresivos
empleados, por ejemplo la quimioterapia.
Además, la Dra. Esserman
reconoce que “hoy los oncólogos se centran demasiado en destruir tumores o
impedir que crezcan cuando ante todo deberían prestar atención en el enfermo,
en su vida. En cuál es su estilo de vida, se si alimenta bien, si hace
ejercicio, si descansa suficientemente, etc. En suma, es muy importante
adoptar hábitos saludables.” Hay comportamientos que contribuyen a que un
cáncer progrese, como fumar o una mala alimentación. Está en cambio constatado
que el ejercicio por ejemplo reduce el desarrollo de cáncer.
Existe un nutriente que en
los últimos años ha demostrado su eficacia y es el silicio en forma asimilable,
que en el caso de cáncer, ayuda remarcablemente, eliminando las toxinas, purificando
el hígado y por lo tanto aumentando las defensas que luchan contra las células
patógenas, contribuyendo a una mejora notoria de los síntomas. Se obtiene
además una mejor tolerancia de los pacientes a los tratamientos de
quimioterapia y radioterapia.
Para facilitar la
penetración en los órganos, las células cancerosas segregan unas enzimas
que descomponen el tejido conjuntivo circundante, allanando así el camino hacia
otros órganos del cuerpo. Mediante la toma de silicio, se dificulta la descomposición
de los tejidos, limitando la propagación del cáncer. El silicio es el mejor
fortalecedor del tejido conjuntivo, junto con la vitamina C.
Más información sobre los beneficios del silicio aquí.
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