jueves, 7 de noviembre de 2013

Tres oncólogos denuncian el sobrediagnóstico y sobretratamiento en cáncer

Tres oncólogos de prestigio, la Dra. Laura Esserman, el Dr. Ian M. Thompson y el Dr. Brian Reid, acaban de denunciar abiertamente en un artículo publicado en JAMA (The Journal of the American Medical Association) que el cáncer está siendo sobrediagnosticado y sobretratado falseando la realidad de esta enfermedad y, lo que es peor, haciendo que se apliquen de forma innecesaria tratamientos muy tóxicos a pacientes que en realidad no lo necesitan


Los médicos, los pacientes y el público en general deben saber que el sobrediagnóstico es algo común que ocurre con mucha frecuencia en la detección del cáncer.  


Los cánceres con mayor sobrediagnóstico son los cánceres de próstata y tiroides. Son los que más se tratan sin necesidad porque en realidad no suelen poner en peligro la vida de los enfermos y raramente se justifica someterlos a tratamientos agresivos


Según la Dra. Laura Esserman, especialista en cáncer de mama, “no habría que hablar de “cáncer” cuando se trate de tumores de crecimiento muy lento; en todos aquellos casos en los que sabemos que le riesgo no es mayor de un 2% o 3%”. Esto evitaría que muchos pacientes voluntariamente guiados más por el miedo a la palabra cáncer que por necesidad terapéutica se intoxicaran gravemente con los tratamientos agresivos empleados, por ejemplo la quimioterapia.  


Además, la Dra. Esserman reconoce que “hoy los oncólogos se centran demasiado en destruir tumores o impedir que crezcan cuando ante todo deberían prestar atención en el enfermo, en su vida. En cuál es su estilo de vida, se si alimenta bien, si hace ejercicio, si descansa suficientemente, etc. En suma, es muy importante adoptar hábitos saludables.” Hay comportamientos que contribuyen a que un cáncer progrese, como fumar o una mala alimentación. Está en cambio constatado que el ejercicio por ejemplo reduce el desarrollo de cáncer.  


Existe un nutriente que en los últimos años ha demostrado su eficacia y es el silicio en forma asimilable, que en el caso de cáncer, ayuda remarcablemente, eliminando las toxinas, purificando el hígado y por lo tanto aumentando las defensas que luchan contra las células patógenas, contribuyendo a una mejora notoria de los síntomas. Se obtiene además una mejor tolerancia de los pacientes a los tratamientos de quimioterapia y radioterapia. 


Para facilitar la penetración en  los órganos, las células cancerosas segregan unas enzimas que descomponen el tejido conjuntivo circundante, allanando así el camino hacia otros órganos del cuerpo. Mediante la toma de silicio, se dificulta la descomposición de los tejidos, limitando la propagación del cáncer. El silicio es el mejor fortalecedor del tejido conjuntivo, junto con la vitamina C.

Más información sobre los beneficios del silicio aquí.

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